Imagina un mundo en el que no existieran enfermedades de ningún tipo. Un mundo en el que nuestro organismo no se deteriore con el paso del tiempo y no exista el cáncer o los ataques al corazón. ¿Cuál sería la esperanza de vida media? Esta ingeniosa simulación lo calcula: 8.938 años.
Vaya por delante que, desafortunadamente, este es solo un ejercicio estadístico a título de curiosidad. Lo que han hecho en Polstats es crear una simulación sobre esperanza de vida en la que solo se tienen en cuenta las muertes debido a causas artificiales. La simulación (a la que se puede acceder aquí) contempla una lista bastante completa de desgracias del mundo actual que incluyen caerse por una escalera, ahogarse, morir en un accidente de coche de avión, o que alguien sencillamente nos dispare.
Después han aplicado esa simulación a una muestra de individuos (a alegir entre 50 y 500) técnicamente inmortales, o sea, que no mueren de forma natural. La primera muerte del grupo sucede después de unos 160 años debido a un accidente de automóvil. Después de 1.330 años aún queda viva el 80% de la población, y la mayoría de muertes son en accidentes de tráfico, seguidas de asesinatos.